Miraba ensimismado revolotear una nube de mosquitos, y pensé: - son tan tontos como las ovejas.
Al cabo, mire hacia arriba, un poco mas abajo de las estrellas, y volví a pensar: -¡Mira, si ahí justo me declare por primera vez (y única, porque después ya no se llevaba).
Eran otros días, otras músicas. Quizás era todo mas sencillo, o tan solo es que eramos mucho menos complicados. ¡Bah! No lo creo... Los gilipollas cabalgaban igual que ahora. Eso nunca cambia.
Hoy no voy a poner como de costumbre en este día ninguna foto de los chicos corriendo con sus camisetas de color fucsia. Es cierto que cuando esta mañana subí a la plaza después de comprar el periódico, como cada año iban llegando a esa plaza mayor de donde parte la carrera. Y es que en casa, por decir algo, perdemos contra el cangrejo por seis a dos, de momento. Parece que gana por goleada, porque el 2.1 gano, si, murió de viejo con un pulmón menos, pero gano. En cuanto al 2.2, bueno ahí anda chutándose la "quimio". Veremos... Así que abrí el periódico y volví a la realidad. Ahì (!uh!! que fallo, me equivoque con el acento. Bueno... como no se ponerlos...), decía que ahí volví a la realidad. andaban esos dos CARA DURAS intentando distraernos con monsergas para que se nos olvide que sus respectivos compis metieron la mano en la caja, presuntamente, claro. Pero lo cierto es que el cáncer es verdad que ya se cura mas. ¡Ala! sed malos como dice la Cuarentañera, que si no vais a ir al cielo y es mucho mas aburrido.
texto escrito con Abulafia. El resto subido con Christine. P.d.- ¡DIOGENES, sigue encantandome!!!
Suena fuera tenuemente tras los cristales la música de la verbena cuando el viento la trae hacia aquí. Yo solo miro las ultimas fotos bajadas de internet mientras subo mi música para ahogar el sonido de fuera.
Es curioso como los humanos según pasa el tiempo ajustamos esos supuestos cánones de belleza como si una actualización.
No puedo salir mucho últimamente por eso aprovecho las imágenes que puedo hacer cerca alrededor del parque. Es como cuando coleccionaba estos discos que iban llegando con cuenta gotas a este país y no siempre cronológicamente. En fin música en compañía, entonces. O sea, que quien no se conforma es porque no quiere.
Al norte en mi tierra es todo verde, frondoso, salvaje. Las gargantas fluyen ruidosas formando mil cascadas de un agua gélida y cristalina. Y tras de si, como un decorado de flores y, o helechos su sonrisa sigue igual a pesar de estos cuarenta y seis años pasados y, o cuarenta y siete para según quien.